El cantante habla sobre su último libro, su última canción y su paso por Auryn
El cantante David Lafuente en una sesión de fotos (Sergio Calvo)
Belén Nebot / Claudia Peña. Castellón
David Lafuente (Granada, 1988) es cantante y escritor. Formó parte de la banda de música Auryn y ha escrito dos libros: La negra historia de Jimmy Mortimer y Los calcetines de Emily Stones, que sacó hace un año. Desde la separación de la banda continúa produciendo música de manera intermitente. En 2021 lanzó su último tema: Un rayo de luz, que está ligado a la historia de su último libro.
El artista charla desde su casa en Málaga, se muestra muy sonriente y animado. Se caracteriza por ser una persona risueña, cercana y extrovertida. Habla sobre cómo ha sido su trabajo en la industria musical. «La música era mi sueño, no existía nada más y, de hecho, me obsesioné con eso, pero también tiene sus luces y sus sombras. Es un mundo complicado», confirma el artista. Asegura que varias veces se sintió «ninguneado» y optó por alejarse de ese mundo y recrearse.
Ahora mismo ve la música y escribir como un hobbie, es algo que le hace feliz. «No quiero dedicarme a algo que me perjudique o luchar por algo que al final no me dé la satisfacción que quiero y me aporte cosas negativas. Creo que alejarme ha sido lo mejor que he podido hacer. Me duele por mis fans, ya que me necesitan igual que yo a ellos», asegura el granadino.
Los calcetines de Emily Stones
David Lafuente cuenta que la historia de Los calcetines de Emily Stones nace de una propuesta de la editorial. En un principio, iba a ser la segunda parte de su primer libro, de la que aún guarda un borrador en carpetas en su casa. «Finalmente me dijeron que hiciera una historia nueva y que no tuviese nada que ver con La negra historia de Jimmy Mortimer. Me quedé en blanco porque el contrato estaba firmado y yo no tenía ni idea de por dónde tirar», afirma el cantante. Reconoce que escribir sobre fantasía es complicado porque hay que intentar ser original, ya que la mayoría de historias están inventadas y él quería hacer algo diferente.
«La idea surgió al ver a mi novio mientras se estaba poniendo unos calcetines. Es una tontería, pero soy una persona que siempre está creando y me quedé mirándolo. Entonces pensé que sería muy original que los calcetines tuviesen poderes. Yo estaba sentado en la cama al lado de él, lo cogí, lo miré y le dije que le quería repetidamente y que me acababa de dar la idea para el libro», dice emocionado Lafuente.
El escritor David Lafuente con su perro Tango y su novio Junior Ferbelles (Instagram personal de Lafuente)
La protagonista, Emily Stones, es una chica que engloba todos los factores de lo que ocurre en la sociedad. Feet Town, el lugar donde se desarrolla la historia, representa la Tierra, donde se viven tiempos «muy oscuros y crueles, de mucha indiferencia de la sociedad hacia todo». El personaje representa un poco la esencia de la población, es una chica que lucha por cambiar el mundo, no está integrada en él y no se siente partícipe de nada. «Es como me he sentido yo muchas veces. Aún con Auryn, a pesar de haberme pasado lo que me pasó, muchas veces, más de lo que la gente piensa, he sido muy vulnerable y no he encontrado mi sitio. De hecho, a día de hoy, hay veces que sigo buscándolo», admite el escritor.
Lafuente afirma que Emily Stones tiene muchas cosas de él, al igual que Jimmy Mortimer. Los basó en cosas que él vivió, lo que él siente, en su forma de ver el mundo cuando sueña, cuando se va a esos mundos paralelos que él crea y que ojalá fuesen de verdad. Manifiesta que se trata de un libro de superación, positividad y lleno de esperanza. Además, cree que todo el que lo lea se puede sentir identificado y le puede ayudar en algún aspecto de su vida. «He llorado con los dos libros cuando los terminé. Me da la sensación de que el personaje está vivo y cuando se acaba el libro muere de una forma bonita», dice el artista. Asimismo, los personajes y lugares de sus libros pueden asemejarse en cierta manera a los de Tim Burton, que es su director de cine favorito.
El artista asegura que lo que tienen en común sus dos libros son los personajes y la forma que tienen de vivir la historia. «Los dos libros empiezan en una atmósfera muy complicada de unas situaciones difíciles de vivir, el final es el mismo aunque la historia no tiene nada que ver una con la otra», cuenta David Lafuente. Dice que se trata de un transcurso de aprendizaje del personaje, empieza sin saber dónde encaja hasta descubrir que él es la pieza que falta para que todo encaje.
Respecto a qué se considera más, si cantante o escritor, Lafuente confiesa: «Cantante he sido toda mi vida, lo de escritor ha sido a raíz del primer libro que saqué pero tampoco me considero un escritor como tal».
El cantante David Lafuente en una sesión de fotos (Sergio Calvo)
Auryn
David Lafuente recuerda su paso por Auryn. Dice que no le molesta que se le siga recordando como exmiembro, ya que la banda forma parte de él. «Siempre voy a decir que soy Auryn, al fin y al cabo es mi vida y si estoy haciendo esta entrevista es por haber formado parte de la banda y por lo que he vivido con ellos. No puedo tirarlo a la basura y decir que no pertenezco al grupo porque yo también estuve ahí trabajando muy duro durante seis años», sostiene el cantante.
El granadino cuenta que cuando empezó Auryn él tenía 21 años y vivía solo en Madrid. Afirma que al principio fue una locura, como una gran fiesta y que realmente todo era «irracional». «Todo el mundo me paraba por la calle, ¡era famoso!», recuerda Lafuente. Es de un pueblo de Granada y para él fue algo que le superó, quería seguir siendo el chico de siempre cuando ya no lo podía ser. Le afectó mucho psicológicamente. «Cuando acabó Auryn tuve que ir a terapia porque estaba muy jodido mentalmente, pero gracias a Dios ya lo he superado todo. He tenido mucha fuerza y me reconozco a mí mismo el valor que he tenido en muchas situaciones de mi vida y eso no lo pierdo», expone el artista.
David Lafuente se sincera respecto al papel de la discográfica sobre «ocultar» la orientación sexual de los componentes de Auryn. El exmiembro afirma que la discográfica «no te ponía una pistola en la cabeza», pero había una cláusula en el contrato que no permitía salir por lugares de ambiente. «Eran otros tiempos, la sociedad avanza y creo que hoy en día esa cláusula no está, o por lo menos no debería». El cantante declara que trabajar cara a un público mayoritariamente femenino fue una de las razones por las que no se pronunció respecto a su orientación sexual durante ese tiempo. Sin embargo, continuó haciendo su vida, «pesara a quien le pesara».
De izquierda a derecha: Dani Fernández, Carlos Marco, David Lafuente, Álvaro Gango y Blas Cantó en el último concierto de la banda (Instagram de Auryn)
El escritor confiesa que en Auryn no todo fue oscuro ni todo fue luz. Matiza que hubo muchos momentos malos, al igual que buenos. «Con Blas tuve etapas en las que nos llevábamos superbién y otras en las que no nos queríamos mirar a la cara. Con Dani igual. Con todos he tenido momentos maravillosos, de reír, llorar, ganar premios y saltar en las camas de los hoteles», reconoce abiertamente. Asegura que había un desgaste físico y psicológico «muy fuerte» y que la separación no fue culpa de nadie. «Había momentos en los que no te apetecía hablar con nadie y otros en los que sí, pero cuando no querías, tenías que ensayar, ir a un concierto, coger un avión o un coche las 24 horas del día y solo querías estar solo cinco minutos. Era imposible. Eso generó mucho desgaste psicológico», dice el granadino.
Afirma que todo era muy rápido. Al mes de sacar un disco, planeaban el siguiente. «Los días eran segundos. Quien tenga la capacidad de superar eso sin discutir o tener un mal día es mentira. No todo es fantasía. Éramos cinco chavales con muchos sueños y con mucho trabajo, pero con un exceso de velocidad. Creo que teníamos que haber parado, tomar un tiempo para oxigenarnos y continuar», admite el artista.
Lafuente dice que se alegra «muchísimo» por los logros de sus excompañeros, se sabe todas las canciones de Dani Fernández y de Blas Cantó y las pone muchas veces en su casa. «Me alucina Dani sobre todo. Hace un trabajo increíble. Creo que todos merecemos encontrar nuestro sitio donde sea y ser felices», confirma orgulloso el andaluz.
El cantante se retiró durante un tiempo cuando terminó Auryn. La presión que sentía era más fuerte, ya que estaba en solitario y, de alguna forma, tenía que seguir presente en la industria musical. «No era por la fama, sino porque era como tirar a la basura todo lo que había conseguido. Me aferré a eso como un loco», reconoce. Tuvo que parar e ir a terapia para encontrar su camino y saber hacia dónde quería ir. «Estaba muy perdido. La gente que me rodeaba tampoco me ayudó. Era gente tóxica y negativa. Me hicieron perder el tiempo», admite el granadino. Dice que ahora quiere ser feliz y hacer su vida como él quiera, hacer «lo que le dé la gana» sin pensar en si su canción sonará en la radio o si venderá 10 000 libros o ninguno.
De izquierda a derecha: Álvaro Gango, David Lafuente, Dani Fernández, Blas Cantó y Carlos Marco (Instagram de Auryn)
Cuando hizo la canción Acércate junto al artista Rasel tras la separación de la banda juvenil, se dio cuenta de que no era el mismo, no porque salieran chicas en el videoclip o por el mensaje de la canción. «En ese momento estaba solo en Madrid y, junto a la velocidad a la hora de tomar decisiones y una presión tan grande, no me dejaba ver. Decía a todo que sí y tiraba balas al aire constantemente».
Ahora que gestiona su carrera en solitario, su mano derecha es uno de sus mejores amigos: Marcelo. Es su músico, con él aprendió a subir las entradas a las plataformas de venta de entradas, a buscar imprentas y hacer carteles, su amigo fotógrafo hacía los carteles de diseño gráfico para la gira… Sostiene que todo fue a base de ilusión y esfuerzo, está rodeado de gente que tiene ganas de soñar a su lado y que le han dado ganas de seguir adelante.
Un rayo de luz
«Un rayo de luz salió a través del libro. Quería asociar la música a la lectura y nunca lo había hecho. Por eso, pensé en unirlos, para que el público de la música fuese a ver el libro y viceversa», asegura el cantante. La canción la compuso cada vez que salía a pasear al perro, se grababa con el móvil y cuando llegaba a casa lo escribía. «Así fui dándole forma y es como surgió la canción», afirma Lafuente.
Además, asegura que con Un rayo de luz ha intentado transmitir mensajes positivos y aportar su «granito de arena» al mundo «tan negativo» que se ha construido.
Reflexión y proyectos
«Si tuviera que decirle algo al David de 2011, le daría las gracias porque fue quien me llevó hasta aquí y el de ahora es totalmente diferente a ese», dice el cantante. Asegura que al David de ahora también se las daría, ya que ha salido de «cosas muy duras» sin haberle ayudado nadie: «He superado cosas que posiblemente mucha gente no podría. Me siento muy feliz de continuar cada día, de luchar, reinventarme y no dejar que nada me hunda porque la vida es muy corta. Puede haber malos momentos, pero hay que aceptarlo, seguir hacia delante y ser feliz».
El artista David Lafuente en una sesión de fotos (Sergio Calvo)
El artista confiesa que para el futuro le esperan muchas cosas relacionadas con el mundo de la televisión. Además, tiene pendiente un proyecto literario y dice que de los tres que ha hecho, este es el «más personal». «Diría que es un 50 % autobiográfico y es un libro precioso, estoy muy contento de cómo me está saliendo. Todavía no sé fecha exacta de cuando saldrá pero tengo muchas ganas de que la gente lo lea», asegura David Lafuente.
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