Belén Nebot / Claudia Peña. Castellón.
Omar Banana (Huelva, 1994) es actor y ha participado en proyectos como Paquita Salas, Veneno, Sin novedad o Marco Polo. El joven presenta Te estoy amando locamente, una película dirigida por Alejandro Marín que cuenta la historia de Miguel, un chico gay que vive en Sevilla en 1977. Quiere ser artista en una época en la que ser homosexual es delito. Su madre, Reme (interpretada por Ana Wagener), también se involucrará en el movimiento LGTBI gestado en el seno de la Iglesia.
El chico se define como una persona muy «tiquismiquis» con ciertas cosas porque le gusta que le salgan bien y que esté todo ordenado, aunque admite tener algunas temporadas de desorden. Su pasión siempre ha sido el teatro, pero la televisión le llamaba mucho la atención. «Como salir en la tele era muy complicado aquí en Huelva, con ocho años le decía a mi madre que quería salir en la radio. Ella, como no sabía cómo hacerlo, me daba las páginas amarillas y me iba al ciber a llamar a todas las radios a esa edad (ríe). Yo decía: “Hola, soy Omar Banana y quiero salir en la radio. Me gustaría llevaros los cafés” (ríe). Ellos me preguntaban por mi edad y al decirles que tenía ocho años me decían que llamara dentro de diez años para pedir trabajo». Luego entró con un amigo suyo a clases de teatro en Huelva y se fue desencadenando ese amor por la interpretación.
Te estoy amando locamente
Banana cuenta que hace alrededor de cuatro años hizo un teaser de la película junto a Alejandro Marín y Ana Wagener. Le llamó mucho la atención el dossier, se fue a Barcelona y lo grabaron en un fin de semana. «Fue pasando el tiempo y fueron entrando productoras y financiación hasta que al final fue un hecho. Yo también era muy insistente con Alejandro preguntándole por el proyecto, hasta que me dijo que empezaríamos en septiembre ¡y hasta hoy!», afirma el actor.
El joven reconoce que no se parece mucho a su personaje Miguel, pero sí tienen cosas en común. Miguel es una persona que va por la vida «sin pensar demasiado en las consecuencias de sus actos», aunque en la película tiene sus dudas y miedos. Banana, en cambio, es lo contrario porque se piensa mucho todo. «De Miguel me gusta mucho su poco miedo a enfrentarse a la vida. Creo que es una actitud que todo el mundo debería tener en ciertos momentos porque la vida es sólo una y es mejor tirar para adelante e ir viendo cómo van saliendo las cosas. ¡También me gusta que Miguel cante porque yo no canto! (ríe)», cuenta el onubense. Define a su personaje como valiente por al historia que le tocó vivir, entusiasta y como un ser de luz, que es uno de los motivos por los que engancha a las personas de su vida y al público
Banana dice que personalmente se ha sentido muy identificado tanto con Miguel, como con Miguelito (su personaje en Veneno), al igual que mucha gente del colectivo LGTBI+, por desgracia. «Parece que somos una minoría porque nuestros derechos se ven afectados, como en otros colectivos que también son oprimidos por el patriarcado, y sufrimos mucho. Es la realidad. Nuestro colectivo sale mucho en las noticias y es una pena porque a día de hoy hay gente que todavía sigue denunciando abusos, palizas, aparece asesinada o se ha suicidado, y esto es a causa de la opresión que nos comprime a todos, todas y todes en una caja y, cuando personajes como Miguel o Manolito salen de esa caja es porque necesitan liberarse y ser ellos mismos. Es la vida real: nos siguen pegando palizas y matando por el simple hecho de existir, pero no sólo al colectivo LGTBI, si no también a mujeres y otros colectivos que están también oprimidos. Seguramente haya gente que se vaya a sentir identificada, como yo», explica el actor.
En cuanto al mayor reto que le ha supuesto interpretar a Miguel, el joven destaca «aprender a cantar». Hizo muchas clases de canto y tuvo a profesoras increíbles. Su primera profesora fue Ana Santa de Madrid, luego en Barcelona estuvo con Claudia Urbano, que es compañera del equipo y sale en la película. Ella compuso el cover de Yo no soy esa de Matri Trini, «fue súper paciente». En Sevilla tuvo a Virginia Carmona que «también fue increíble» y le ayudó muchísimo. «Fue a base de dar muchas clases. Soy una persona persistente y me gusta que todo esté bien, y si voy a hacer el ridículo, intento hacerlo lo menos posible y dar el máximo. Me lo tomé muy en serio. Nunca en mi vida pensé que podría cantar en un proyecto, me parece algo súper surrealista y bizarro, ¡pero me encanta! Es un regalo y un sueño que no sé si se volverá a repetir, ¡pero yo eso me lo llevo para siempre!» cuenta Banana.
El actor cuenta cómo ha sido actuar junto a Ana Wagener: «Ana ha sido mi madre prácticamente en muchos sentidos. Al final desarrollamos esa relación madre e hijo porque nos conocimos en el teaser, pero muy poco. Luego, cada uno fue por su camino y más tarde nos volvimos a reencontrar y a conocernos de nuevo. ¡Fue una catarsis! Para mí fue como experimentar todo lo que he podido experimentar en la interpretación porque Ana tiene una forma de actuar que es romper todo lo que está en la secuencia y empezar de cero, cuestionarte todo y darle muchas vueltas a todo. Yo, por agradar o por intentar no causar más problemas de lo normal, intentaba tirar de la secuencia como estaba y no plantear demasiadas cosas porque a veces, por tiempo o lo que sea, no es bueno plantearse muchas cosas durante el rodaje, ¡pero a Ana le dio igual ocho que ochenta! (ríe). Fue un regalo rodar juntos porque muchas de las secuencias han salido como han salido gracias a ella y gracias a como le dio la vuelta a la secuencia», explica Omar Banana.
Por otra parte, explica que con Alba Flores ha coincidido más fuera de rodajes y que le da mucha pena. «Por Alba tenía total admiración en Vis a vis y en La casa de papel, sobre todo por Vis a Vis porque es una serie que me flipó desde el principio y su personaje me encantó y me pareció brutal, de una honestidad increíble y luego he visto que esa honestidad está ahí y que es cierto. ¡Alba es una pedazo de actriz! Se entrega muchísimo y me encanta la perseverancia que tiene», afirma con una sonrisa el actor.
«Lo que más me llevo de un proyecto es lo que puedo percibir como espectador, y a esa parte le he hecho un regalo que es hacer una película sobre el colectivo, de dónde venimos», dice Banana. El actor cuenta que ha aprendido muchísimo de toda esta historia, de todos los testimonios y de toda la gente que ha conocido que le han contado los abusos, las palizas, los principios del movimiento y todas esas cosas que él y gente de otras generaciones no son conscientes. «He vivido mucho tiempo en la penumbra o zona de confort en la que piensas que para qué tengo que luchar por mis derechos si ya los tengo. Creo que es un pensamiento que todos hemos tenido alguna vez. Es muy fácil vivir en la comodidad, pero creo que ahora nos estamos dando cuenta más que hace unos años que estos derechos igual que los tenemos, se pueden ir rápido. Entonces creo que la película sale en un momento muy idóneo porque creo que esta película le va a abrir mucho la mente a la gente como me la ha abierto a mí», afirma Banana.
Además, el joven destaca: «Tú ves la película y piensas que esto pasó hace cuarenta y pico años, pero es que no hemos cambiado tanto. Viendo la película piensas que parece que estamos en el mismo punto. Cómo es posible que en pleno siglo XXI, vamos a seguir en el mismo punto, de que nuestros derechos como los tenemos se van. A mí esto es algo que me da mucho miedo, sobre todo a raíz de la peli porque he tomado más conciencia. Tenemos mucho camino por delante, sobre todo para que las generaciones futuras no tengan que vivir con el miedo con el que nosotros estamos viviendo ahora mismo, igual que las generaciones pasadas tuvieron que luchar para que nosotros pudiéramos salir a la calle de la mano con quisiéramos y pudiéramos ser quienes queramos. Hay que pelear para que las futuras generaciones puedan salir a la calle sin miedo y puedan ser quienes son», afirma el actor.
Omar Banana habla de la importancia de que se creen películas o series protagonizadas por personas que forman parte del colectivo. «A lo mejor me gano alguna crítica o me equivoco y en un futuro tengo otra opinión. Creo que es súper importante que tengamos representación. Necesitamos una industria cinematográfica en la que nos sintamos representados. También opino que, al final, los actores somos trabajadores que nos dedicamos a interpretar muchísimos personajes y que nuestro abanico no se tendría que reducir simplemente a un perfil. Actualmente la industria está cambiando poco a poco, aunque todavía las personas trans siguen haciendo de personas trans, los homosexuales siguen haciendo de homosexuales. Sucede casi todo el rato. Las personas heteronormativas tienen todo el abanico de papeles y cuando todo ese abanico esté disponible para todo el resto de colectivos, entonces podremos hacer cada uno el papel que queramos», explica Banana.
En cuanto a profesionales del mundo de la interpretación con los que le gustaría trabajar, Banana nombra a los directores Amenábar y Sorogoyen. Y de actores dice que admira a mucha gente, pero se decanta por Gillian Anderson, le parece una persona y una actriz increíble. «Hay mucha gente en la industria cinematográfica española que son de admirar y he tenido la gran suerte de que he trabajado con gente que quería trabajar, entonces me encantaría volver a trabajar con ellos. Más allá de trabajar con gente nueva, para mi sería un regalo volver a trabajar con esa gente que ya he trabajado», afirma con ilusión el actor.
Además, para futuros proyectos tiene proyectos en el aire. Por ahora, estrenarán el 1 de septiembre una película que hicieron hace dos años: Marco Polo, un film muy «chiquitito» que hicieron en poco tiempo y del que está muy «orgulloso».
Tráiler
Tráiler de la película Te estoy amando locamente (Filmax)
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